¡A PACHILOFEOS
no le falta un Tornillo!
… le sobra Ilusión y ganas de hacer llegar a
otros lo que, en ocasiones, no está a su alcance.
Crónica del proyecto: "Horizonte
de Ilusión".
Hace cosa de 4 meses me mencionaba un gran
amigo si quería formar parte de un proyecto que consistía en llevar a la
montaña a un grupo de personas cuyas dificultades de movilidad les impedía
tener acceso a este tipo de experiencias relacionadas con el contacto directo
con la naturaleza.
Lo primero que pensé, aunque con otro formato
en mi cabeza, fue “qué pasada” pero a la vez mi mente estaba visualizando un
sinfín de posibles inconvenientes, dificultades
y obstáculos que la antojadiza naturaleza podría poner frente a
nosotros. La idea me encantó, por lo altruista que resultaba y por los retos
que supondría, y un segundo más tarde las únicas palabras que salieron de mi
boca fueron “me encantaría formar parte de ello”. Más aún cuando supe que sería
el segundo intento de llevarlo a cabo ya que septiembre y su idiosincrasia, no
lo había permitido.
Desafortunadamente, el clima, otra vez,
impidió que el proyecto llegara a buen puerto y abril no sería el mes para
alcanzar este horizonte, aunque cada vez, era un horizonte más cercano.
No hay mal
que por bien no venga y finalmente, tras reuniones de coordinación y
preparativas, visitas para conseguir el objetivo “coste cero”, exploración de
terrenos y cursos de primeros auxilios, entre otras cosas, Eolo y los Cuatro
Vientos se pusieron de acuerdo para que el 1 de junio de 2013, la que sería
fecha definitiva para la realización del proyecto “Horizonte de Ilusión”, nos
diera el mejor de los días: un sol que se hacía notar pero que no molestaba y
una suave brisa fresca nos acompañaron durante todo el día.
Divididos en grupos, el primero llegó a El Torcal de Antequera (monumento natural nacido hace
200 millones de años) con el tiempo suficiente para hablar con los responsables
del Centro de Visitantes, atentos y serviciales desde el principio, y coordinar
la visualización de un video informativo sobre El Torcal, aunque sopesando
variables, para mejor uso del tiempo
disponible y mayor disfrute de los participantes a los que este proyecto iba
dirigido, se decidiera, más tarde, suspender esta mini-actividad.
Posteriormente fueron llegando el
resto de miembros de Pachilofeos, los miembros de la Asociación
Andaluza de Voluntarios de Protección Civil (AAVPC), sin cuya
ayuda este horizonte no se hubiera alcanzado, y el fotógrafo y su ayudante que
inmortalizarían los grandes momentos que todos vivimos.
Con precisión cronométrica, todos ya reunidos, vimos
llegar el autobús (subvencionado por el Jefe de Sección
de Promoción de Participación Ciudadana) cargado de ilusión y transportando a miembros de la Asociación
Sevillana ASESUBPRO (voluntarios, cuidadores y miembros de la dirección) y,
sobre todo, a los residentes de la asociación: destinatarios principales de
este proyecto.
Tras la bajada del autobús, el emparejamiento
de cada miembro de Pachilofeos con su respectivo acompañante de viaje y
cuidador, prácticamente forzados, los cuidadores, a dejar en nuestras manos a
sus “niños”, al menos por un día, y una vez preparados para la visita, nos
dirigimos al primero de los senderos, el denominado “Tornillo”. Un breve trayecto por carretera llevó al
grupo, flaqueado por la seguridad extrema que otorgaba la profesionalidad del
personal de protección civil, a uno de los lugares más bellos y peculiares de
El Torcal, donde la naturaleza, caprichosa como ella misma, ha creado, cual
afamado arquitecto, estructuras dignas de admiración. Las cámaras fotográficas
hicieron sus funciones y grabaron, para la posteridad, estos monumentos.
De vuelta en el Centro de Visitantes, nos
dirigimos, esta vez, al Mirador “Las Ventanillas” desde donde se podía divisar,
a lo lejos, la costa malagueña, y, abajo, a nuestros pies, Villanueva de la
Concepción. De nuevo, las incansables cámaras absorbieron la belleza del
paisaje. Mientras estábamos allí, disfrutando de las vistas, un miembro de
Pachilofeos sugirió llevar a los cuidadores de ASESUBPRO a visitar la huella en
piedra dejada por los “Ammonites” hace miles de años. Sopesada, de nuevo, la
sugerencia, y debido a las dificultades que suponía el terreno, se decidió que
llevara a los cuidadores a hacer esta visita y que nos encontraríamos de nuevo
en el Centro de Visitantes.
Una vez reunidos todos de nuevo y tras un
breve refrigerio, nos dirigimos al nacimiento del Río Villa donde las
autoridades pertinentes han habilitado una paradisíaca área recreativa a pocos
minutos de El Torcal. Por supuesto, después de que todos estuvieran en el
autobús, el grupo de protección civil se apresuró a preparar la zona del área
recreativa, donde pasaríamos el resto de la tarde, y a facilitar el acceso del
autobús a dicha zona con el consiguiente corte de tráfico.
No existen palabras que describan la
generosidad y el buen hacer que mostraron los miembros de la asociación
ASESUBPRO cuando nos ofrecieron, a todos, la comida que nos habían preparado.
Todos comidos, descansados y satisfechos,
emprendimos el viaje de vuelta a Sevilla. Las despedidas, besos y abrazos
dieron fe del excelente día que todos habíamos pasado.
Algunos se despidieron en el área recreativa aunque
otros, entre ellos el que escribe estas líneas, no se dirigieron hacia sus
casas hasta que comprobaron que todos habían llegado sanos y salvos, y
tremendamente satisfechos, a su lugar de residencia en Olivares.
Personalmente, no supe ver lo que habíamos
ofrecido a estas personas hasta que vi, con mis propios ojos el lugar, aunque
maravilloso, donde viven los residentes de ASESUBPRO. Creo que ese día abrimos
una ventana de esperanza, un Horizonte de Ilusión, pocas veces alcanzable, que
estoy seguro no será el último que todos juntos alcancemos.
Los objetivos deben estar escritos, las
solidaridad, el compañerismo, el altruismo (véase Decálogo III, IV, VII y,
especialmente X) deben ser prioridades pero todo esto únicamente se demuestra
con gestos y acciones.
Gracias por marcar el camino y hacerme
partícipe.
Gracias a todos
los que estuvieron y formaron parte de esta experiencia, in situ y desde casa,
por esta oportunidad.
Atesoraré todos
esos momentos.
Se os quiere.
AUHHHHH AUHHHHH AUUUUHHH !!!
Jordi Sánchez
precioso y emicionante...gracias por compartirlo!
ResponderEliminarLa hostia Jordi. La verdadera hostia. Genial expresado emocionante y muy entrañable. La hoooostttiiiiiaaaaaaaaaaaa. Er curtis
ResponderEliminarGrande Jordi, esto es desde que conoci a la que actualmente es mi familia, lo que vivo a diario.Emociones, proyectos, Ganas...sobre todo cariño y humildad.
ResponderEliminarGracias Jordi por tus palabras. Ya lo hemos comentado en varias ocasiones y es que no sabemos como agradeceros lo que hicisteis por nosotros, y digo NOSOTROS, pues os volcasteis tanto con nuestros "niños" como con el resto y nos hicisteis pasar un día inolvidable, y lo más importante es que supisteis darnos la confianza para delegaros el cuidado y la atención de lo que cuidamos día a día como nuestro tesoro. Fue un placer compartirlo con vosotros.
ResponderEliminarAhora pienso que aún existe mucha gente buena por el mundo y nosotros hemos tenido la suerte de toparnos con un "puñao" de esa buena gente.
Jodi, compi....GRANDE!!...menuda faceta que desconocía de ti...
ResponderEliminarGracias por esta preciosa crónica, que al leerla, me he sentido de nuevo dentro de ese maravilloso día...
A ti sí que se te quiere!!! un besazo...
AJUUHUUUU AJHUUUUU AJHUUUUU!!!
Gracias Jordi por alargarnos, aún más si cabe, las emociones que vivimos de un día inolvidable. Hermosa crónica!.
ResponderEliminarHermosas palabras que acrecientan el buen sabor que ha dejado esta emocionante experiencia. Otra vez, gracias.
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