Aunque no había una completa luna fue una noche estrellada, perfecta y con una temperatura bastante baja, que propició la posibilidad de realizar este tipo de montañas, que de otra forma en agosto sería imposible.
El ascenso se realizó en algo más de dos horas, el ritmo fue bueno y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban en cumbre. Inmediatamente después realizaron el descenso hasta las proximidades de la cueva del Morrión, justo un pequeño altiplano que hay antes de llegar.
El amanecer fue precioso y como muestra aquí os dejamos algunas de las pocas fotos que se tomaron. El descenso se realizó en 1:30 utilizando la ruta normal de bajada.
Cabe destacar un par de datos, el primero queremos dejar constancia de la amabilidad de Pedro, el responsable de la finca ganadera que se encuentra en la zona, el cual brindó su ayuda al equipo Pachilofeos e incluso se ofreció a facilitarles el número de teléfono por si les pasaba algo durante la ruta nocturna. Por otro lado, se ha detectado un desdoblamiento en el sendero de subida (una vez pasada la casa en ruinas) que bifurca el camino hacía la izquierda (según se sube), este nuevo sendero va a acabar al collado igualmente; pero a la parte donde está la puerta de la verja, el antiguo sendero discurre por el mismo camino de siempre, aunque para pasar hay que forzar la valla metálica, lo cual no es lo más recomendable.
Enhorabuena!
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