viernes, 8 de abril de 2011

Pachilofeos todos!

Esta es la tercera vez que voy al Veleta, creo que no será la última porque en esta ocasión no me ha dejado pisar la cumbre y con lo supersticioso que soy, será por algo. Ha sido especial, sin duda. Me hubiera hecho ilusión compartir la cumbre, pero esta vez el destino me necesitaba en otra parte. Forma parte de mi experiencia en montaña y tengo que estar donde tengo que estar.

Me ha encantado e ilusionado ver el esfuerzo que han realizado mis amigos para llegar a la cumbre y me dio mucha pena que Oscar se tuviera que dar la vuelta, casi no me lo podía creer cuando lo vi regresar, incluso grité ¡nooo!. Esperaba con ansia volver a repetir la foto de cumbre del 2003 pero ya en ese momento supe que no podría realizarse. Traté de ayudarlo a subir, incluso llevé su mochila durante un tiempo (¡quién me ha visto y quién me ve!) pero él fue muy responsable y sabía que su lugar, esta vez, era esperarnos en la Mora. ¡Bravo por ti Oscar! Yo en una ocasión no fui tan responsable y me lesioné la espalda.

También fue muy emocionante cuando tuve que indicarle a Fernando y Lolo con mi pulgar hacia abajo que José Antonio no podría seguir ascendiendo. Fernando gritaba algo, no podía oírle por el ruido del viento, pero sabía lo que me decía, yo ya había estado allí y sabía que nos gritaba que estaba viendo el vértice. Lolo repitió mi gesto para que Fernando tuviera la certeza de que hasta allí había llegado nuestro camino juntos y que le tocaba a él continuar con el grupo hacía la cumbre y llevar a mi hermano, Alejandro, Rafa, Chico y  su mujer Mari, hasta arriba logrando así un éxito por todos y para todos.

Rafa: No puedo dejar de admirar tu fortaleza y serenidad en montaña, ya me lo has demostrado en varias ocasiones y es obvio que tú cumples el lema de “en la montaña la velocidad es seguridad”. Ya en la Alcazaba compartí contigo muchas cosas que me demostraron que contigo estaría seguro allí arriba y que siempre tomarías la decisión más adecuada, lo cual es muy importante para mi.
Chico: ¡Que gallardía!, un día antes con fiebre y al siguiente subes una cota de más de 3.000 metros. ¡Serás un gran montañero!, ¡pero qué digo! ¡Eres un gran montañero ya!. Muchas veces pienso si algún día, en alguna de nuestras salidas, podré subir como tu, pero luego me acuerdo que casi tengo 40 años y que hay que ser realista.
Fernando: Cuarta vez que lo subes, dos conmigo y dos sin mi. Espero que no sea la última y que algún día volvamos a escuchar crujir el hielo bajo nuestros crampones. Seré paciente. 16 son las cumbres que he pisado contigo, me es imposible imaginarme, Aneto, Torrecerredo, Alcazaba u otras sin ti.
Lolo: ¡Tu primera cumbre sin mi!, Sé que te has encontrado más fuerte que nunca, te conozco, sé como piensas, sé como te sientes en la montaña, porque yo he pasado por lo mismo que tu, somos iguales allí arriba, a partir de ahora todas tus cumbres serán más fáciles de subir. Ya tienes más motivaciones para subir.
José Antonio: De todo se aprende en la vida. Algunos todavía no saben lo que es tener que darse la vuelta, es complicado, al principio sientes un alivio porque la fatiga no te deja ver, después según vas bajando te vuelves duro contigo mismo castigándote por lo que has hecho. Pero has hecho lo que tenías que hacer y también todo el mundo debería pasar por eso, tu ya tienes eso ganado.
Oscar: Cuando pase un tiempo, me gustaría volver allí contigo, sentarnos en la cumbre, reírnos juntos, contemplar la Alcazaba y el Mulhacen durante un rato, contar nuestras anécdotas, meternos con el “Romano” y recordar que probablemente esa fue la montaña que nos hizo amar este deporte y esta forma de ser y vivir.
Alejandro: Te digo lo mismo que le dije al Chico en su día, no se si le sirvió, espero que si: Empezar a hacer montaña con tu primera cumbre siendo un 3.000 es difícil, a partir de ahora todas serán cumbres más pequeñas probablemente pero; la montaña no es altura sino una forma de vida, y sobre todo un reto personal.
Mari: ¿Porqué no te has venido antes con nosotros?, ¡¡¡así es como se suben las montañas!!!, en ningún momento has olvidado que la montaña es un reto personal, lo has tenido grabado en tu mente y no has dejado que la fatiga te engañara, claro que tienes ventaja, jejejeje, has tenido el mejor maestro y una gran motivación.

Al igual que Chico os emplazo a escribir un artículo o lo que queráis sobre este Veleta 2011. Obviamente no llegaremos a su nivel de “Cervantismo” pero a los demás nos encantará leerlo.

Un fuerte abrazo y enhorabuena a todos.

Mohicano

2 comentarios :

  1. No sería un buen montañero si no hubiera sido por vosotros Paco. No sólo se trata de subir una montaña, sino de muchas cosas más que he ido aprendiendo poco a poco. Y siempre aprendo algo nuevo.
    Y por otro lado, hay que ser muy generoso para actuar como tú lo haces en la montaña. Subir es difícil, pero quizás seguro que es más difícil decidir no hacerlo.

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  2. Gracias a dios, es una decisión difícil efectivamente, pero una decisión que no tengo que tomar, es decir, no es una opción, es simplemente algo que tienes que hacer. Como ya he dicho forma parte de mi experiencia en montaña y me siento muy satisfecho de hacerlo. Cada montaña me prepara un destino, nos prepara un destino a todos, un destino imprevisible y esas son las reglas del "juego", un "juego" maravilloso.

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